El pasado sábado, 30 de octubre, se culminó la obra cumbre de la Hermandad de la Reconciliación. Por fin, Nuestra Santísima Mater Desolata tiene casa. Y la tiene terminada.
El último paso de todos los que se han dado durante estos 8 años ha sido la colocación y bendición del retablo que guarda las espaldas a la imagen titular de la Hermandad de la Reconciliación.
Un retablo realizado en madera de cedro con adornos florales en pan de oro, esculpido, trabajado y pintado por los hermanos Caballero, maestros de la capital del Guadalquivir, Sevilla.